En la década de 1940, el padre Ozias B. Cook era el párroco de Nuestra Señora de Fátima en San Clemente. Comenzó a hablar con los miembros de esta parroquia que vivían en lo que ahora es Dana Point y Capistrano Beach sobre la posibilidad de construir una capilla para servir a la gente de esa área en particular, ya que muchos residentes católicos estaban demasiado lejos para ir a la iglesia.

La Sra. Doheny, quien era una amiga cercana del Padre Cook, también reconoció esta necesidad. Ella gentilmente donó los fondos para pagar el edificio, junto con la generosa donación de terrenos del Sr. y la Sra. Aaron Bucheim, la Capilla de San Eduardo (ahora conocida como San Felipe de Jesús), fue construida y dedicada en 1950. A petición de la Sra. Doheny, como recuerdo de su difunto esposo, la capilla recibió el nombre de San Eduardo el Confesor, el piadoso Rey de Inglaterra que fundó la Abadía de Westminster. La familia Doheny continuó manteniendo a la Capilla mensualmente. Sin embargo, aunque muchos sacerdotes interinos vinieron y salieron de la nueva capilla, no se asignó un párroco y no se elevó al estado de parroquia.